Hoy queremos reforzar nuestro compromiso con la protección y uso racional de los recursos que nos da nuestro planeta.
Que mejor que vivir en una cueva para tener una habitación integrada en la naturaleza, conseguir un ahorro de energía y llegar a una sostenibilidad para garantizar la supervivencia humana.
Este patrimonio natural es motivo de orgullo y ello también trae una gran responsabilidad, ya que la tarea de conservarlo está en la decisión, capacidad y poder de cada persona que lo habitamos.
El Hábitat troglodita no es solo la vivienda en cueva es el ecosistema y el medio que la rodea.
Debemos involucrar a nuestros paisanos en la realización de diferentes estrategias como el reciclaje, la ejecución de proyectos de reforestación y recuperación de áreas degradadas; y el fomento de prácticas de agricultura regenerativa.
Estos esfuerzos nos harán conseguir un territorio más verde y más limpio, y por ende, un planeta más sostenible.
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